Muchas personas buscan la felicidad, al no saber bien lo que es, no saben en realidad qué buscar. En ese momento, si realmente queres encontrar la felicidad, te pones a pensar, en lo que para uno es realmente la "felicidad".
Me pasó hace poco, de replantear mi vida en mi cabeza, (aunque sean 16 años, no tengo una vida común a la de cualquier otra chica de 16), me pasó de pensar y repensar cómo mierda voy a terminar el colegio, de pensar y repensar el qué voy a hacer de mi vida, de pensar y repensar si la relación que tengo ahora tiene o no futuro, de pensar y repensar el qué hacer en todo el día si trabajar no puedo, no estudio, no hago un socrotoco de mi vida.
Después de masocarme, deprimirme, y darme con unos pares de cuchillos, una persona muy sabia, a la que acudí sin dudas, me dijo:
"Esos son detalles de la felicidad, y si verdaderamente la buscas, ponete las pilas, demostramelo, demostrale a todos los que no te tienen confianza con el colegio, los que dicen que no lo vas a terminar, CALLALOS. Mostrales que sí podes, y que vas a seguir adelante. El colegio es un camino a la felicidad, obstáculos que te ponen para que cuando llegues, puedas disfrutarla con más orgullo".
A esto me puse a pensar, que es cierto, es un camino, pero también, diferentes cosas me pueden traer felicidad, esa felicidad que me extasía, que me llena de buenas vibras, que me hace completamente bien. Esas cosas, esas mínimas indiferencias que pueden hacer que cambie mi día, mi vida. Y ahí, me acosté, mirando al techo empecé: "una canción, una canción con palabra, con sonido, con conciencia, con buena vibra, una canción con la que me identifique, una canción con la que se me pueda poner la piel de gallina, al no solamente escucharla, sino que sentirla. Mi mamá, mi hermano, mi familia, que me dan fuerzas, siempre que las necesito, nunca pero nunca me fallaron y puedo morir tranquila al decir que sé que nunca me van a fallar, esta familia es mi círculo, donde me muevo y puedo confiar en cada uno de ellos, su sonrisa me satisface, su felicidad me llena. El gordo, esa persona hermosa que gracias a una de esas casualidades de encuentros de Dios pude conocer, me trae felicidad solo al verlo, al saber que puedo abrazarlo y no soltarlo más, es el que en poco tiempo, me demostró ser un amor de persona, sincero, verdadero. Un libro, esos que te atrapan, te hacen abrir tu imaginación, esos retrocesos y vueltas y aventuras y pasiones y asesinatos y secretos y risas y llantos y suspenso y miedo y miles de cosas que te puede ofrecer un libro y sus mágicas historias. Mis amigos, ya de por sí, el agradecerles siempre su sinceridad, su confianza, cada momento de alegría y tristeza, cada borrachera, salida, conversación, momentos que nunca voy a olvidar que viví con ellos, que hicieron y van a hacer parte de mi infancia/adolescencia".
Esas son las razones de mi felicidad, lo que no me puede faltar ni de casualidad, lo que realmente me puede cambiar la noche en día, lo que sabe hacerme sonreír y sé que nunca pero nunca, me podrían fallar.
La felicidad, es simple, no tenes que buscar entre piedra y piedra, la felicidad, la tenes ahí, solo falta el darte cuenta y valorarlo, valorarlo y amarlo.
